El libro Hojas que
caen sobre otras hojas (Editorial Conejos, 2017) de Miguel Sardegna reúne
diez relatos que alternan lo fantástico, lo nostálgico, lo humorístico y lo heroico; una mirada
poliédrica, donde se aprecian las múltiples facetas de un autor que sin
excentricidades de por medio, traza un atractivo recorrido narrativo que tiene
a Japón como único y verdadero protagonista.
En la primera mitad del
siglo XIX, uno de los pintores japoneses más reconocidos, Katsushika Hokusai
(1760-1849) se dedicó a realizar treinta y seis xilografías, cuya temática
exclusiva era el monte Fuji. Cada uno de los trabajos de dicha serie capturaba
ese mismo paisaje visto desde diversas perspectivas y bajo distintas estaciones
del año y condiciones climáticas.
De la misma manera, los diez
cuentos de Hojas que caen sobre otras
hojas (Editorial Conejos, 2017) de Miguel Sardegna funcionan como una sucesión
de retratos de cultura japonesa, que se suceden gracias a un minucioso entramado
de impresiones y reflexiones, que dan cuenta de una prosa tan atractiva como íntimamente
ligada a lo japonés.
“A los retoños del ginkgo,
que hoy estallan en las cenizas”. Con este haiku como dedicatoria, comienza el
primero de los cuentos, “Fría luz de luciérnagas”, sobre la huella de la bomba
atómica en dos de sus sobrevivientes: Ichiro y su hija Mizuki, y los ritos que
erigen las personas para apaciguar el recuerdo del horror. En “Cien estatuas de
Jizo”, un hombre junto a su pequeña hija avanzan por un bosque de cedros
atravesado por un sendero de estatuas de bodhisattva Jizo investidas con una
antigua leyenda, la de proteger a los niños que mueren antes que sus padres. En
“Imperfección”, la más erótica de la serie, un hombre que se extravía durante una procesión al dios
de la pesca, encuentra la posada de “placeres extraños”. “Mar de árboles” gira
en torno a tres amigas que problematizan
el suicidio de una compañera de colegio en una recorrida por el Bosque
de Aokigahara, más conocido en Japón por ser el
bosque de los suicidas, ubicado
en la mismísima base del monte Fuji. “Declinación y belleza” el relato que
cierra el volumen, transcurre en el
Japón feudal: el de las indignidades de las hambrunas y los ronin, aquel donde
prolifera el seppuku, la famosa muerte heroica nipona. A través de los ojos de
una joven, única sobreviviente de un clan que ha debido hacerse el harakiri
ritual, el profundo respeto por el código bushido la harán volver a recuperar
lo que le pertenece, inclusive a costa de su propia existencia.
Sobre el autor
Miguel Sardegna (Buenos Aires, 1978) obtuvo la Primera
Mención en el Premio Clarín de Novela 2016, por su novela inédita, Los
años tristes de Kawabata. En ese mismo año, por su libro Cenizas y otros cuentos, le otorgaron el
Primer Premio Municipal Ciudad de Buenos Aires en la categoría libro de cuentos
inédito, bienio 2010-2011. Hojas que caen
sobre otras hojas es su primer libro publicado.
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