Basada en la novela homónima
del escritor Endo Shusaku, llega a los cines argentinos Silencio
(2016), último trabajo del director Martin Scorsese, acerca de la cruenta
persecución contra los cristianos en el Japón del siglo XVII.
Género: thriller de Sotanas.
Estreno nacional: 16 de febrero.
Estreno nacional: 16 de febrero.
Nagasaki a mediados del siglo XVII, época del edicto de Sakoku cuando Japón cerró sus puertas a casi toda la influencia extranjera. Un grupo de cristianos japoneses es conducido a la fuerza por samuráis hacia el monte Unzen. La tortura consistirá en quemarlos poco a poco, con las aguas sulfurosas e hirvientes de aquel volcán. Pero la tortura no será solamente para ellos, sino para el jesuita Cristóbal Ferreria, quien es obligado a seguir testigo del suplicio porque su apostasía –acto de renegar de la fe cristiana- puede salvarlos a todos. ¿Renegará de su fe este misionero luego de 30 años de dirigir y alentar a los fieles japoneses que resisten las cruentas persecuciones? ¿Lograrán dos jóvenes jesuitas, los Padres Rodríguez y Garpe, enviados por la Compañía de Jesús al archipiélago japonés encontrarlo con vida? ¿Y con su fe intacta? De esto trata el thriller de dos horas cuarenta del director ítaloamericano Martin Scorsese, adaptación de la novela Silencio del escritor japonés Endo Shusaku, y que llega a las salas nacionales el jueves 16 de febrero, con las enormes actuaciones de Liam Neeson (Padre Ferreira), Andrew Garfield (Padre Rodriguez) y Adam Driver (Padre Francisco Garpe),
Algo emparentada a La pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson, Silencio
(2016) contrapone una fuerte
dosis de violencia física y crueldad humana
con la devoción de unos mártires cristianos que no se dejan doblegar en
su fe ni en aquellos momentos de máxima brutalidad en que Dios pareciera
guardar silencio. Con mucha menos acción que la película de Mel Gibson, el
trabajo de Scorsese se destaca por una gran reconstrucción histórica,
fotografía y ambientación que logran plasmar la aureola de trascendencia y misticismo
que impregna prácticamente cada toma. Es decir, con una trama más lenta pero
más reflexiva, la cinta no nos ofrece una ágil manera de pasar el tiempo, pero
sí, nos brindan la sensación de haber podido espiar por una pequeña mirilla el
verdadero y misterioso Japón del siglo XVII, con la imponente presencia de la
naturaleza, volcanes, mar, tierra y neblina –utilizada para la tortura- como
telón de fondo.
Almas
gemelas
Martin Scorsece viajaba en un tren rumbo a Kyoto
para interpretar el personaje de Vincent Van Gogh de Sueños (1990) de Akira Kurosawa.
El director acababa de estrenar La
última tentación de Cristo (1988), film más que controvertido por una
escena lujuriosa entre en María Magdalena y Cristo que le habían valido el
repudio, tanto de los productores de Hollywood como del mismísimo papa Juan
Pablo II que la había calificado de “blasfema”. Sin embargo, durante aquel viaje en tren, tomó
contacto por primera vez con un ejemplar de Silencio
(1966), novela del también polémico -en sus tiempos- Endo Shusaku. Se dice
que este autor, conocido como el “Graham Greene japonés”, varias veces nominado
al Nobel perdió la pulseada con el escritor Oé Kenzaburo por ser menos dócil al
establishment, y porque sus novelas cristianas ostentaban un punto de vista
fuerte y algo excéntrico sobre la vida. De
la misma manera, el director de ascendencia siciliana y familia de fuerte
raigambre católica, seguramente se habrá sentido a fin con este autor nada
conservador.
Es un hecho, la Compañía de Jesús llegó a la
pantalla grande, y llegó para quedarse. Hace tiempo se denominó “Péplum”
(especie de toga o vestido antiguo) a uno de los subgéneros del cine épico (cine de acción o
aventuras), cuya materia son personajes
legendarios del antiguo acervo cultural Griego o Romanos, y, más tarde,
“Chambara”, al cine de guerreros
samuráis del medioevo japonés. De la
misma manera, proponemos desde este espacio, denominar subgénero de “Sotanas” a
la amplia gama de películas sobre
jesuitas que aunque con distintos enfoques, desde “El Exorcista” (1973) en
adelante, y con “La misión” (1984), “El hombre de la máscara de hierro” (1998),
“Amén” (2002) y “Francisco, el padre Jorge” (2015) han venido delineando su propio subgénero dentro del cine épico o
de aventuras. ¡Aleluya!
¿Bendición
del Papa?
En noviembre del año pasado, el primer pontífice
jesuita, el papa Francisco recibió a parte del equipo de Silencio, al director, su esposa, dos hijas y al productor con su
esposa. Durante la reunión que duró
quince minutos, se supo que el papa recordó su lectura del libro Silencio, de Endo Shusaku publicada en
1966 y que inspiró al cineasta ítaloamericano. Además, el trabajo fue proyectado
en la sede del Pontificio Instituto Oriental, ante unos 400 eclesiásticos e
invitados, pero con la ausencia del papa Francisco.
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