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“El vestido de mamá”, de Gustavo Tarrío

El celeste no es solamente un color para nenes ni el rosa es solamente nenas, y tampoco nadie puede arrogarse el derecho a decirles a los niños o niñas con qué puede jugar. Esta es una de las reflexiones en las que ahonda “El vestido de mamá”, obra que transita su segunda temporada, esta vez en el Centro Cultural 25 de Mayo.
Este  musical para toda la familia escrito y dirigido por Gustavo Tarrío (“Todo Piola” y “Groenlandia”), sobre el homónimo libro infantil de Dani Umpi con ilustraciones de Rodrigo Moraes, relata la exploración de un niño jugando en soledad con un vestido de lentejuelas de su madre, que será también el reconocimiento de su propia singularidad.
Tarrío, con amplia trayectoria en cine y televisión, demuestra en una hora de espectáculo la esencia misma del teatro: su magia, la paradoja de hacernos ver un mundo que en realidad no se muestra. Mediante una puesta despojada, que no precisa más que un piano y pianista en escena, tres actores con impresionantes caudales de voces, juegos de luces, un vestido soñado y un telón de fondo negro, logra cautivar a grandes y a chicos.  
Más allá de las excelentes canciones, el trabajo con el ritmo y el sonido ocupa un lugar fundamental sosteniendo la atención de los más chicos, de la misma manera, los gestos y movimientos coreográficos no se reducen a los momentos musicales, más bien podría decirse que tanto lo coreográfico y lo musical, es una continuidad exquisita que reviste y refuerza en todo momentos las palabras, haciendo de la pieza una unidad tal que es capaz de desplegar su mundo hasta la enésima potencia.
El argumento gira en torno a la fascinación que tiene un niño de siete años, interpretado por Emiliano Pandelo (más conocido por la conducción de Art Attack) por un llamativo vestido negro de lentejuelas de su madre,  llegando a su clímax el día que decide ponerse dicha prenda para ir a jugar al fútbol con sus amigos. Las burlas, la vergüenza, pero también el reconocimiento y la defensa de las propias diferencias y singularidades, serán la vuelta de tuerca que harán de este musical risueño y encantador, una obra capaz de emocionar hasta las lágrimas a grandes y chicos. Con dirección musical de Guadalupe Otheguy, un singular canto por la diversidad y el respeto al otro, porque en el reconocimiento y aceptación de nuestras diferencias está impreso lo que nos une como seres humanos.


Ficha Técnica:
Sobre textos: Dani Umpi y Rodrigo Moraes.
Actúan: Paula Beovide, Andrés Granier, Emiliano Pandelo
Dramaturgia y Dirección: Gustavo Tarrío
Asistencia de dirección: Florencia Siaba
Diseño de Luces: Martín Patlis
Vestuario: Emiliano Pandelo, Titi Suárez
Coreografía: Virginia Leanza
Música original: Guadalupe Otheguy, Gustavo Tarrío y Pablo Viotti
Músico: Pablo Viotti
Producción ejecutiva: Alejandra Menalled
Director Musical: Guadalupe Otheguy

Texto que escribí para REVISTA LUCARNA.

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